miércoles, 10 de julio de 2013

¿Están sordos o hablo mal?

Realidad y Metáfora

Le decía algo a alguien y me decía: ¿mande?, ¿qué?. Me enojaba mucho. Me dije, la razón es porque no ponen atención o porqué no oyen. Después dije, es porque esta mal la acústica del cuarto. Después me di cuenta que eran ya 5 las personas que hicieron esto. Y al final, me di cuenta, que no eran ellos los que estaban sordos, si no que yo hablo mal.

¿Qué voy a hacer para hablar mejor? Eso es lo que necesito saber.


martes, 19 de marzo de 2013

La cama tendida

Debo de hacer una confesión. Mi cuarto no es el más ordenado del mundo y eso que he hecho muchos ajustes para que pueda mantenerlo en orden, y no importa lo que haga, siempre hay uno momento en que todo esta fuera de su lugar. Sé que puedo mejorar, pero ese no es el tema de lo que quería hablar hoy.

Me imaginé mi cuarto como una sociedad, en donde cada lugar es una persona, por ejemplo, mi closet, mi peinador, mi librero, mi baño, mi burós, mi piso, etc. Y cada vez que empiezo a limpiarlo, empiezo tendiendo la cama. Pero en ese momento en que la cama esta limpia, todo lo demás se ve mal. Antes como absolutamente todo estaba desordenado, nada destacaba. Pero ahora, como mi cama esta ordenada, y esta como debe de estar, lo demás se ve mal. 

Si cada una de las cosas es una persona, y si la cama esta haciendo lo que debe de hacer, sabiendo el esfuerzo que es estar en orden, los demás empiezan a verse mal. Y sólo queda dos reacciones, que los otros muebles se enojen y quieran destender la cama, o que los demás muebles se den cuenta que también tienen que ordenarse internamente, porque no se habían dado cuenta lo desordenados que estaban. 

Mi punto es, es difícil empezar a hacer las cosas bien e ir "contra corriente" dado a que no a todos les va a gustar, pero el punto es que empezando a poner en orden todos los aspectos de tu vida, tienes que tomar en cuenta que, a las demás personas no les va a gustar, y van a criticar, envidiar y hacer lo posible para que no sobresalgas, pero no importa. La calma vuelve. No desistas.

viernes, 4 de enero de 2013

¿Obligación? ¿Gusto?

La palabra obligación ha desarrollado una mala fama con el tiempo.  Hay frases que no me dejan muy convencida de querer algo:


  • "Es mi obligación darle lo mejor a mis hijos"
  • "Es mi obligación trabajar"
  • "Es mi obligación cumplir con mi esposa"
  • etc.
¿Cómo se me va a antojar tener hijos? ¿casarme? ¿comprar una casa? ¡Si después tengo que hacer tantas cosas!
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Pero que tal si esa obligación se combina con el gusto de comprometerse con eso. Cuando veo a las personas tener amistad con sus hijos, que disfrutan su trabajo, que aman y ven a sus espos@s con tanto amor, ¡vaya que quiero comprometerme!. 

Es mi gusto convivir con la familia y no es que yo le ande convenciendo a hacerlo, sino que cuando lo hago, pues se antoja (y no piense mal). 

Estaba tan ciega en pensar que es "de flojera" tener una relación formal, tener hijos, casarme, si lo que realmente me fallaba era mi enfoque. Agradeciendo cada detalle, disfrutando los momentos de ocio y haciendo mi trabajo mi vocación, es como se me quita la flojera, y empiezo a VIVIR.